domingo, 22 de agosto de 2010

RoCk&pOp?

Mi sensibilidad por el buen rock  es cada vez más exigente. Remontándome a mis inicios Grunge comenzando los gloriosos 90´s hasta hoy he ido conformando una selecta amalgama de sonidos que van desde el Rock Industrial, Post Punk, Indie, Art Rock, Trip hop y Trash Metal, algunos de mis subgéneros  favoritos. Esas tendencias- cada vez menos escuchadas y populares, lejos de quitarle vida al rock la han revitalizado,  haciendo incluso que se retome parte de sus fundamentos primigenios: crítica social, desdén, bohemia, drogas, sexo, amor; e implantarlas en las letras de inquietantes y desafiantes temas de rock.

El legado de Nirvana se perdió, y quizás en pleno ombligo de los Noventas- a mi gusto la decada más gloriosa del rock moderno- el rock se perdió para dar paso a su contraparte , el pop. Este género tan añejo como el rock cada día tiene más adeptos, y no tiene cuando retirarse.

Cuando es de suponerse que la idea del Rock como estilo y cultura popular parte de ser una expresión que va contra el sistema Mainstream, de exhibir rebeldía, de romper instrumentos en las presentaciones, de saltar en los conciertos, cigarrillo en dedo, lejos de lo que ello signifique como señal de ejemplo para los clanes adolecentes en progresión,  el pop se ha encargado de llevar al escenario popstars ostentosos y pendientes del glamour y resueltos de figurar en cuanto evento magno-fotográfico se presente.

Es en ese escenario de dualidad de ideas y argumentos en el que afortunadamente bandas como The Strokes (iniciando la casi vacia generación ´00) Arctic Monkeys, The Mars Volta, Tool, Radiohead , cada uno en su estilo, se han encargado de dilucidar esos conceptos y le están lavando la cara a un género que parecía perdido, que sin  dudas a dejado un sitial preferencial pero que seguramente es mejor así, el mantener esos viejos preceptos, el caminar por una rienda underground, el de alejarse del éxito comercial para aflorar a través de la música, de la creatividad como fundamento, de vender conceptos más no simbologías a partir de la silueta o el buen vestir.

Hay una esperanza aún, de estar pasando por una etapa de transición, de esas que ya nos tiene acostumbrao el rock. Ojala no sea un efímero sueño que termine en un abrupto despertar.

Viva el Rock!

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