jueves, 7 de octubre de 2010

Por última vez!

Una noche cualquiera de Miercoles, 10.30 pm.

...Revoloto en la cama tratando de dormir temprano, ha sido un día duro. Nada entretenido en la tv, los mismos contactos en messenger. No tengo ganas de leer. Todo ordinario y aburrido. Me dispongo a dormir de cualquier forma. De pronto esa agitación próxima al sosiego sería interrumpida. Suena el teléfono, es Romina, que raro nunca llama...
    - Aloooo!! –contesté–
    - Hola Alancito que es de tu vida? –mientras saboreaba su dulce voz.
    - Hola pues –respondi– es un verdadero milagro, nunca llamas  ¿por qué te picó el bichito ahora?
    - Jajaja –resonó en el teléfono
    - Para que veas, he sabido que estás por acá y ya que tu no llamas pensé en llamarte para vernos...
    - Juat? –dije entre mi, debe estar arriola meses sin llamar, en fin habrá que seguirle el juego
    - Mmm estoy en mi cuarto, estaba por dormir –haciéndome el importante– mejor el viernes...
    - Si es para el viernes no te llamo más... –dijo en tono intimidante
    - Me cagó, habría que aceptar la propuesta entonces
    - Ok, en media hora te parece? –repliqué
    - Ok, afuera de Tavitos –un bar chiclayano. No vayas acompañado –añadió.
    - No tardaré, nos vemos. Finalizé la llamada.

Romina era una antigua novia, una de las pocas con quien terminé una relación de forma que quedamos como amigos (cariñosos). Aunque nos frecuentamos poco, cuando lo hacemos, salen chispas. Digo chispas porque, bien nos agarramos de boca o bien terminamos uno encima del otro, y que, dicho de forma figurada también terminamos agarrándonos de boca.
Hice todo en diez minutos, ropita, peinadita, cepilladita y algo de perfume. No me bañé, lo hice horas antes y valgan verdades, hace un frío de la patada para repetirlo.

Llegué antes de lo pactado, así que ella no me esperaría mirando afuera del bar, sino que yo la espiaría. Sorpresivamente, mientras me acomodaba en una de las mesas –había poca gente y el ambiente para nada se prestaba a algo divertido– alguien me toca desde atrás, al voltear casi por reflejo logro ver a una alta mujer y no evité hacerlo de pies a cabeza.
La última vez que nos vimos fue hace más en un año, terminamos peleando y proseguimos nuestras broncas por msn. Al poco tiempo las asperezas quedaron atrás y pactamos vernos un día que ambos estemos con tiempo disponible. Y si lo era esa noche, no podría ser mejor. Tuve ese flashback mientras la miraba detenidamente y fijaba mis emblanquecidos ojos en su punto de quiebre, sus hermosos senos. Ella noto mi exabrupto, y la gente en el bar también.
Romina era de esas chicas con quien cualquiera desearía estar, esa chica que hace a un hombre casado mirarla con deseo aún en presencia de la esposa, esa que hace que un tarado como yo, tan sujeto a las reglas nominales de la nobleza de los sentimientos deje todo de lado solo por mirarla. Ese lapsus de 3 segundos que acabo de hacer tan largo como pude concluyó con su mano en mi mentón levantando mi rostro –y mi baba– cambiando su mirada de dulce a maliciosa. Me repuse en mi, me levanté de mi sitio, me abrazó y sentí todo tu cabello en mi rostro que, lejos de ahogarme me llenó con una sensación de karma. Abrazar a una mujer así era como tocar el cielo. No la había visto tan hermosa en años, y la verdad es que sentí un comezón propio del nerviosismo del primer beso, del examen de admisión, tanto así que ella procedió a sentarse sola sin que yo le ofrezca la silla. Aunque no lo hacía notar mucho, no dejaba de sentirme impresionado por lo que veía.
 Obviamente todos en el bar no dejaban de mirar,había en mí una sensación de poder y gloria.
    - Has cambiado Alan, en menos de un año –me dijo con tono afable, mientras sonreía
    - Pues ni que decir de ti Romi, estás increíble –respondí.

La charla continuó con piropos medidos el uno al otro, ella más mesurada, yo más raudo y rudimentario. Luego de la introducción afable, propia de dos ex amantes sin verse durante meses, devino la charla pre-planificadora. Eso creí yo. Me dijo que no se sentía cómoda en ese bar, que quería contarme algo en mayor privacidad –me emocioné– pero antes de hacerme más ilusiones me dijo que se sentía mal porque una persona especial para ella no había recordado una fecha importante para ambos. Rápidamente, mientras acepté salir del lugar y le ofrecía lo último que restaba del Vodka que que nos tomamos, le cambié de tema tratando de evitar que eche a perder su dulce rostro sonriente por el decaído rostro de mujer infeliz. Y había algo que tenía claro esa noche era no echársela a perder.
Mientras me traían la cuenta ella fue al baño, me pidió que la esperara, que no tardaría. Al tiempo que yo pensaba que pudo pasar para que me llame sin previo aviso, me cite en un bar y decida irse tras 15 minutos, ¿quien hizo que esa bella mujer no aguantara su llanto y desfogue en un baño de bar? ¿a que día especial se refería? antes de tratar de responderme salió del baño, rápidamente, lo más curioso. Lo hacía conjutamente –aunque de forma involuntaria– con otras hermosas féminas, pero ella las opacaba a todas, de manera absoluta.
Al fin la contemplé defrente. Estaba perfecta, perfecta. Se acercó a mi me tomó de la mano me levanté la tomé timidamente de la cadera y salimos del lugar...
To be Continue...

2 comentarios:

Hasta en el último rincón dijo...

DE QUE TE OLVIDASTEEEEE! Seguro esa persona eres TU! Se te pasó su cumpleaños??? Había alguna fecha que significara algo para LOS DOS??? No séeeee! Pero quiero saberlo YA!!!

Mr.d dijo...

Adivinaste...si,era una fecha,especial...en la segunda parte lo sabràs!!!! ohhh