miércoles, 10 de noviembre de 2010

Purgatorio

...Había caído por entre unas nubes emblanquecidas y dersas como coagulos de algodón. La intensa luz lo cega casi por completo, el humo emanando de lo que parecen ser pixels de ánimas en pena y el níveo paisaje aunque demasiado luminoso, induce al desterrado a no creer en lo que sus ojos ven. Como caer de un sueño a otro. Ahora está de pie, en el centro de un sendero largo e interminable, y la superficie de ella era el espejo de los pecados de cada fétido habitante el submundo, al cual ya no pertenecía. Detrás de el la linea recta ante su ojos se hacía conoidal hasta perderse de su vista en lo que parecía ser el fin de todo, la nada, la niebla y la oscuridad semi compuestas en la boca del embudo.
Avanzaba sin prisa, como queriendo adentrarse en ese hábitat dimensional, a la vez que miraba con más atención perdía el aliento. Entendió que debió proseguir firme hasta el final de la luz sin titubeos. Avanzó tanto como pudo. Atravesó el océano de la niebla y nubes, donde la luz era cada vez más intensa. Grandes columnas se dejaban ver, imponentes y férreas, dejando filtrar de entre el espacio de ellas sombras aún más enormes, conjugando perfectamente con el áspero mármol. La superficie estaba llena de cadenas y restos de pergaminos. Era como vías de tren descompuestas por la roña y cubiertas de nieve y orín de lobos. Luego de ello un silencio eterno y mucha luz. Ya no faltaba mucho para llegar al final de su viaje espiatorio. El olor a campos elíseos era sofocante. Su cuerpo se hunde. Ha caído al infierno blanco... se ha despertado...o eso cree...

2 comentarios:

Hasta en el último rincón dijo...

Este fue uno de los mejores... abstracto y diferente...

Mr.d dijo...

Igual a mi, es uno de mis favoritos.