Quiero fumar tabaco dormido
soltar el ancla, hundirme en el perfume
de tu voz encantatoria, de sirena del ártico
Mis sonrisas póstumas como pelota en un pesebre
propuestas a la intemperie
y el blanco de la luna menguante deformado en mis grietas
No estoy blindado
mi balcón se desprende bajo la niebla
de la hostil noche negra
Ese libro ya lo leímos
el mismo café, la dama de la casona, las luces del muelle
Apostemos quien llega último, sin correr
Quiero vivir sin estar vivo
vivir para creer en mi disforia
domando leones, comiendo perdices
Inmersos en un sueño en el cual
es imposible crear nuevos recuerdos
2 comentarios:
No hay nada mejor que escribir inspirándote en el silencio de una madrugada, cómplice de tus sentimientos. Aunque te alimentes de deseos tal vez imposibles, logras reconciliarte con tu mente, dando tregua a los aniquilantes pensamientos de estos tiempos.
Gracias Marité, mi vieja compinche. Si, solo a esa hroa tengo tiempo libre a solas...
Publicar un comentario