miércoles, 2 de febrero de 2011

Es pálido

Quiero escucharte decir lo que sientes
Pues el silencio que sale con el ruido duele,
como la mirada que rodea la incertidumbre
al comprobar que las lágrimas no son la respuesta
y las sonrisa se esfuman al caer la noche,
cada despedida, cada domingo; duele.

Puede que esté escrito,
puede que venga con la niebla,
puede que un día cambiemos una semana
aunque solo dure un mes,
aunque se acabe mañana,
pues duele esa distancia atada al adiós.

El sol no irradia mi rostro,
las estrellas no parpadean cuando no estás aquí.
Los días sin ti parecen ser años,
es por eso que el silencio
duele más que un grito.

Y aún así
al amanecer,
puedo ver el camino hacia atrás
a través de ti
cuando me abrazas.

2 comentarios:

Hasta en el último rincón dijo...

No sientes que un reencuentro es el inicio de una despedida, sino que las despedidas son mágicas porque luego hallan un encuentro y este es inolvidable. Cada uno distinto. Por más que se repita un viernes o un domingo.
Es lindo extrañar, cuando sabes que hay un viernes que espera cada semana.

Mr.d dijo...

Marité. Gracias por leerme siempre, por conocer lo que expresan mis emociones y hacerme ver la forma de buscar darle la vuelta a todo. En serio, te lo agradesco.