jueves, 19 de diciembre de 2013

Duelo

Qué puede rondar por la cabeza de un gallinazo
al descender al infierno salino
y sentir el mar despintar sus alas?
Qué debería pensar
mientras fornica su propia sombra
y desenfunda una mirada lapidaria
al nexo interminable entre las nubes y el ocaso
en ese sendero que cae boca abajo
apretando las olas?

Como la danza de un naúfrago innominable
sus pasos marcan una brecha perenne
que ni el invierno mismo tragaría
Y así sin más ni más, despedaza la carroña 
jugando con la discreción del eco vespertino
Como una alegoría a la sensualidad
la carne infecta mitiga su hambre
y la llaga en su vientre estalla
mientras el sol es empujado al mar.

2 comentarios:

Hasta en el último rincón dijo...

Qué profundo... me haces pensar mucho cada vez que leo uno de tus poemas!

Mr.d dijo...

@Marite AlarcónGracias estimada colega que bueno que estés siempre con disposición para leerme, y si algo de lo que escribo deja algo en ti a mi me hace sentir genial, un abrazo!