Despierto de golpe
echando un humo gris
y mi mente sigue inmersa
en las olas que truenan en ella
Mi sueño codicioso
tropieza en la oscuridad
y clama tenaz no perecer
como un aire fuerte
que no lastima
Como un poema para nadie
que trota sobre el campo
entre columnas de figuras
despechadas y tediosas
Ansiando ser la letra de ese poema
incoherente y manso
el frondoso trigal
se traga sus voces esotéricas
y sus miradas huérfanas
apenas guiñen, deformes.